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¡Qué irracional eres!

Ni el fin de la historia ni el fin de la filosofía.

Ni el fin de la historia ni el fin de la filosofía. Esto a algun@s les va a parecer demasiado "clasicorro" (clásico) a otr@s quizá les de pistas. Ante el nihilismo de "no hay nada nuevo bajo el sol" -que toda época parece contener- ahí están "las matemáticas", que nos dan una "lección": sí lo hay, así de sencillo, entre otras cosas porque existen los "fundamentos de la matemática".

No hay ni habrá fin de la historia, porque nunca dejarán de existir los procedimientos de verdad/fidelidad que la filosofía propone o ve en cada momento como composibles, "articulables".

Estos procedimientos -dice Badiou- no son otros que la ciencia, el arte, la política y el amor (siempre que se pueda decir que existan de una manera no desvirtuada, de forma no coaccionada, "verdadera").

Sólo en una sociedad plenamente totalitaria podrían dejar de existir todos ellos o cualquier otro que podamos si acaso inventar, nombrar, a lo largo del tiempo.

La filosofía además se limita a hacer composibles, si existen, tales procedimientos creadores de mundo y que son en cierto modo "acontecimientales".

La filosofía sería entonces la teoría del acontecimiento. Ese matiz acontecimiental es lo compartido por todas esas actividades y, mientras haya civilización, habrá siempre personas que aparenten estar hablando por hablar pero que sin embargo están haciendo no otra cosa que filosofía.

En esos procedimientos de fidelidad, los acontecimientos se encargan de reestructurar las respectivas enciclopedias: las revoluciones políticas -lentas o rápidas- cambian el sentido de las palabras "en general"; las revoluciones científicas -por ejemplo en matemáticas- reestructuran amplificando enormemente el propio campo de estudio; en arte, el surgimiento de uno o varios artistas determinados en cierta "rama" artística, hace que haya "un antes y un después" que debe tenerse en cuenta en las futuras creaciones pertenecientes a dicho arte, o a veces incluso en otros; en el amor, nuestra particular e individual enciclopedia apolítica puede quedar trastocada por una conexión impredecible con otra persona.

La mayor parte de lo que llamamos filosofía retrocede ante esta realidad: la filosofía como teoría del acontecimiento. Por ejemplo, en los centros de enseñanza está claro que por lo general nadie pretende poner en marcha ni la capacidad de crear, o de investigar, ni la de cambiar el mundo "igualitariamente" o la de amar, y mucho menos la de recombinar o pensar el lugar de cada una de tales actividades en el mundo.

Por otra parte las apasionantes y misteriosas conexiones entre matemáticas inventadas y teorías físicas más o menos experimentadas (de "experimento") -llevadas a límites insospechados en el siglo XX- hacen que no sintamos ya ninguna extrañeza cuando Badiou afirma que las matemáticas son la ciencia del ser, la ontología.

Ahora con mayor facilidad, los filósofos pueden considerar seriamente esta afirmación -y lo hacen- para crear libremente en su ciencia, en la teoría del acontecimiento. En ello pueden además ayudarse de la letra matemática en la medida que quieran y puedan, sin complejos, como ya se viene haciendo, demostrando así que se pueden usar las matemáticas y otras ciencias, y que se puede hablar infinitamente del ser-matemático, como demuestra Badiou. Esto además sirve para comprender, enseñar y usar mejor las propias ciencias, y con ello comprender mejor el mundo y no dejarlo meramente en manos de Los Expertos.

Como digo, esto lo ha demostrado -haciéndolo- Badiou en su "el ser y el acontecimiento" con la ya vieja teoría fundamental de conjuntos. Él habla de correlatos ontológicos, de que toda la matemática, como ciencia del ser que es, tiene correlatos ontológicos. Fuera de reducir a mero cálculo o técnica el pensamiento matemático, este tiene la capacidad de provocar la creación de conceptos muy palpables.

Badiou parece ser que lleva años trabajando en la segunda parte de este su "libro fundamental". Se va a llamar -según dice- "el ser y el aparecer". Se basará ahora en una nueva teoría fundamental en matemáticas que surge a mediados de los años 40 del siglo pasado, la Teoría de las Categorías {[1] [2]}, más tarde enriquecida con la de los Topos -"Topoi" o "Toposes", etc.

Este título -"el ser y el aparecer"- es así debido a que el lugar de la lógica en las matemáticas ha sido clarificado con estos nuevos fundamentos. Ahora la lógica tiene una presentación puramente matemática, con lo que además Badiou ayuda a contrarrestar lo que de contraproducente sigue teniendo el "giro lingüístico" en filosofía.

La "dimensión lógica" en una categoría matemática -por ejemplo los conjuntos finitos, que son una categoría muy sencilla pero que sirve para ilustrar los potentes y generales conceptos categoriales- empieza a despuntar cuando empezamos a ver las cosas de modo externo, "nublando la vista", considerando solamente relaciones y objetos en una visión que podemos llamar puramente categorial (una categoría es un universo de discurso matemático donde sólo se tienen en cuenta los objetos y las flechas, no su ser interno; a modo de un "grafo" pero con algún matiz que universaliza este otro concepto (de hecho los grafos son otra categoría): por ejemplo un conjunto de tres elementos, considerado categorialmente, es un punto, un "objeto" en esa categoría de los conjuntos finitos, y no nos interesamos por lo que "tiene dentro" sino por todas sus relaciones ("fuera") con respecto a todos los demás "compañeros de universo", respecto -en este caso- a todos los otros conjuntos finitos. Su ser categorial, su "aparecer" -que atañe a la dimensión lógica- está entonces en cierto modo compuesto por las infinitas relaciones/flechas que parten de él o llegan hacia él con respecto al resto de objetos. Estas flechas/relaciones tienen a su vez determinada su cantidad y su posible estructura por ese otro ser interno de los objetos, por ser un 3, un conjunto de tres elementos, en esta categoría sin cohesión interna: por ejemplo las flechas que parten/llegan hacia/desde el 1, o hacia/desde el 199324, y así con todos los demás objetos en esta especie de espacio subjetivo.).

De ahí el título "el ser y el aparecer" y de ahí que estemos realmente inquietos no sólo por querer trabajar y usar estos conceptos, sino también porque Badiou publique de una vez su libro -a poder ser en copyleft*- sobre esos correlatos ontológicos que se basan esta vez en esta nueva y clarificadora teoría fundamental de la matemática.

Hace no mucho tiempo que planteamos un primerizo taller sobre esto, si hay alguien interesad@ que quiera "investigar" o ayudar en algo puede seguir este link o comentar cosas en la lista de correo en wh2001 llamada "Flechas".

*Me temo que es difícil, pero a ver si hay suerte y al menos inicia una "editorial copyleft", aunque dependiendo como depende tanto este hombre de las universidades que le dan de comer será difícil. No sé qué pasa con "los clásicos" y a veces con los no tan clásicos. Si alguien que lea esto es su amig@, por favor, ¡que le insista en ello!

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