¿Qué es la verdad? Pregunta retórica
Fíjate en lo siguiente. Las matemáticas son también "letras", como el resto del lenguaje. Y podemos calcular lo que tú quieras con ordenadores, ya que estos nos sirven para verificar teorías, etc. Pero para empezar date cuenta de la importancia de las letras y los símbolos a la hora de tener en cuenta la "comprensión" y la comunicación (en el futuro podríamos usar cada vez más, con ayuda de la técnica, métodos de "simbolización" más complejos, pero al final seguramente nunca deje de existir la posibilidad de comunicarnos casi meramente con palabras cosas realmente muy interesantes en cuanto a eso que llamamos "comprensión" y que seguramente tiene que ver con la "autoconciencia").
Puedes sentir con esos símbolos -y gracias en parte a tu experiencia- sentir cómo esas palabras, proposiciones, etc, "son" o no "verdaderas". Es algo que puedes decir dependiendo de tu proceso vital y de tus conocimientos, así como los del resto de los humanos.
Ahora bien, "la verdad" es algo "puesto en juego" en el mundo gracias a nuestra capacidad de comunicación/escritura/técnica y de interacción con nuestro universo (humano, humano/físico...). Somos capaces por tanto de ir encontrando, y cada vez más conscientemente, categorías subjetivas (en las matemáticas/física, filosofía, etc) que nos ayudan a hablar y "entender" el mundo, a "mapearlo"; ya sea el "mundo" meramente subjetivo o también el objetivo (que es cuando lo ponemos en relación con el subjetivo de cierta "letra pura").
La verdad depende de que nuestro pensamiento se ajuste correctamente a una categoría subjetiva que puede o no relacionarse además con lo que llamamos "objetivo", con el que postulamos "mundo externo" pero que en definitiva (y mientras no podamos meternos nanochips dentro) nunca realmente "conocemos" más que en interacción con él y en cierto proceso de acumulación/verificación de la información.
Ahora bien, una versión "izquierdista" muy bonita de "la verdad" es la de Alain Badiou.
Entre otros procesos que él llama "de fidelidad" (verité), él habla de la política como un procedimiento donde la verdad es un cierto "múltiple" que no está representado por el estado de una situación concreta, sólo se presenta en ella.
Los "militantes" "copertenecen" a este procedimiento de fidelidad donde la verdad se dice que agujerea la enciclopedia de la situación dada, esto es, los militantes pueden nombrar su ser en cierto modo "acontecimiental", pero ese nombre forma parte de un proceso de indagación "ilegal" dentro de la enciclopedia, y que está motivado por cierta lucha en pos de una mayor igualdad, pues en el fondo no hay mayor "verdad" que la de que tod@s nacemos iguales, con iguales oportunidades de "realizarnos", de aprender, de estudiar, disfrutar, y de -tod@s- ser unos "genios".
Así que "la verdad" es -mirada de este modo- algo que se muestra finito y relativo a una situación dada, irrepetible (las situaciones sociales lo son por completo, irrepetibles). En esa "situación" las personas, iguales por nacimiento, sienten como suya una lucha por "la verdad igualitaria", y es lo que Badiou llama "la política" auténtica (que no suele ser la parlamentaria ni amiga del "consenso").
La verdad en general "agujerea el saber", pues las enciclopedias y el saber cambian y dependen de lo permeables que sean en aceptar "re-estructuraciones", nuevas teorías y formas de pensar que a veces desfiguran tanto el saber que éste, a lo largo de los siglos, se hace "irreconocible" en sus formas, aunque quizá no en su "esencia", pues todo auténtico saber siempre ha sido "hijo" de estos procedimientos auténticos de fidelidad a un proceso de descubrimiento libre y desinteresado en pos de "la verdad".
Puedes sentir con esos símbolos -y gracias en parte a tu experiencia- sentir cómo esas palabras, proposiciones, etc, "son" o no "verdaderas". Es algo que puedes decir dependiendo de tu proceso vital y de tus conocimientos, así como los del resto de los humanos.
Ahora bien, "la verdad" es algo "puesto en juego" en el mundo gracias a nuestra capacidad de comunicación/escritura/técnica y de interacción con nuestro universo (humano, humano/físico...). Somos capaces por tanto de ir encontrando, y cada vez más conscientemente, categorías subjetivas (en las matemáticas/física, filosofía, etc) que nos ayudan a hablar y "entender" el mundo, a "mapearlo"; ya sea el "mundo" meramente subjetivo o también el objetivo (que es cuando lo ponemos en relación con el subjetivo de cierta "letra pura").
La verdad depende de que nuestro pensamiento se ajuste correctamente a una categoría subjetiva que puede o no relacionarse además con lo que llamamos "objetivo", con el que postulamos "mundo externo" pero que en definitiva (y mientras no podamos meternos nanochips dentro) nunca realmente "conocemos" más que en interacción con él y en cierto proceso de acumulación/verificación de la información.
Ahora bien, una versión "izquierdista" muy bonita de "la verdad" es la de Alain Badiou.
Entre otros procesos que él llama "de fidelidad" (verité), él habla de la política como un procedimiento donde la verdad es un cierto "múltiple" que no está representado por el estado de una situación concreta, sólo se presenta en ella.
Los "militantes" "copertenecen" a este procedimiento de fidelidad donde la verdad se dice que agujerea la enciclopedia de la situación dada, esto es, los militantes pueden nombrar su ser en cierto modo "acontecimiental", pero ese nombre forma parte de un proceso de indagación "ilegal" dentro de la enciclopedia, y que está motivado por cierta lucha en pos de una mayor igualdad, pues en el fondo no hay mayor "verdad" que la de que tod@s nacemos iguales, con iguales oportunidades de "realizarnos", de aprender, de estudiar, disfrutar, y de -tod@s- ser unos "genios".
Así que "la verdad" es -mirada de este modo- algo que se muestra finito y relativo a una situación dada, irrepetible (las situaciones sociales lo son por completo, irrepetibles). En esa "situación" las personas, iguales por nacimiento, sienten como suya una lucha por "la verdad igualitaria", y es lo que Badiou llama "la política" auténtica (que no suele ser la parlamentaria ni amiga del "consenso").
La verdad en general "agujerea el saber", pues las enciclopedias y el saber cambian y dependen de lo permeables que sean en aceptar "re-estructuraciones", nuevas teorías y formas de pensar que a veces desfiguran tanto el saber que éste, a lo largo de los siglos, se hace "irreconocible" en sus formas, aunque quizá no en su "esencia", pues todo auténtico saber siempre ha sido "hijo" de estos procedimientos auténticos de fidelidad a un proceso de descubrimiento libre y desinteresado en pos de "la verdad".
2 comentarios
Roberto -
Ghandi y el Buda decian que debemos buscar dentro de nosotros sacando nuestros defectos ,nuestros apegos
Céfora Cerón Pérez -